Este Banco que se transformará más tarde en el Banco Guayana, fue creado por la Corporación Venezolana de Fomento y el Banco Industrial de Venezuela Se trataba en la práctica de un instituto de crédito del sector público que tenía como finalidad extender los servicios bancarios al interior del país y efectuar operaciones de fideicomiso como agentes financieros de la corporación. El Banco de Fomento Regional Guayana, inició sus actividades un lunes 2 de enero de 1956, bajo la presidencia de Don Natalio Valery Agostini (presidente y primer vocal), Alejandro Uncein, segundo vocal; Luis Alfredo Silva Zavala, tercer vocal; Juan Pablo Pietrantoni, cuarto vocal; Juan Casalta, quinto vocal. Suplentes: Carlos Boccardo, José Antonio Muratti, Antonio Levanti, Rafael Liccioni y Jesús Salazar V. La directiva referida fue aceptada por acuerdo unánime de la asamblea efectuada al efecto. Los tres primeros vocales, representaban con sus respectivos suplentes, las acciones de la clase “A”, propiedad de la Corporación Venezolana de Fomento. Los vocales restantes, con sus respectivos suplentes, representaban acciones y accionistas de la clase “B”. En la calle Orinoco, en un edificio debidamente acondicionado marcado con el número 52, arrancó este nuevo banco de la capital bolivarense, con un capital de 4 millones de bolívares. Entonces ofrecía pagar el 3 por ciento al dinero depositado en cuentas de ahorro; transferencias telegráficas y por correo, descuentos, cobranzas, cartas de crédito, pignoraciones y custodia de valores, todo en sus propias oficinas administrativas y a través de una red de corresponsales en Cumaná, Carúpano. Puerto La Cruz y El Tigre. A esta realidad se llegó después de haber visitado en agosto del año anterior la ciudad con ese fin los comisionados José Llovera Páez y Apolodoro Chirinos, en representación de la Corporación Venezolana de Fomento, ambos integrantes del Directorio de la Corporación estuvieron presentes en el acto inaugural, lo mismo que el gobernador Eudoro Sánchez Lanz. La entidad bancaria entró en funcionamiento bajo la denominación de Banco Regional Guayana, Compañía Anónima. Con la instalación de este instituto, la Corporación Venezolana de Fomento completó el número de cinco entidades bancarias auspiciada por ella, y acogidas por los diferentes sectores económicos del país con el más franco beneplácito, como lo comprueba el concurso del capital privado. Al declarar en servicio el nuevo Banco, don Natalio Valery, dejó constancia de que el Banco de Fomento Regional no se guiaría con propósitos de lícita especulación sino que perseguiría fundamentalmente el desarrollo económico de la extensa región de Guayana. Con esta denominación permaneció durante 26 años, pues la Corporación Venezolana de Fomento debió ser liquidada el 14 de marzo de 1984, por considerar el Gobierno nacional que su gestión había sido insuficiente e inadecuado el uso de sus recursos fiscales, materiales y humanos. El Banco Industrial absorbió la mayoría de las acciones del Banco de Fomento y éste pasó a ser simplemente Banco Guayana. Pero en marzo de 1996, el 80 por ciento de las acciones del Banco Guayana fue adquirido por un grupo guayanés de inversionistas identificado con las siglas Investock. La privatización se materializó al tomar posesión la nueva junta directiva presidida por el ingeniero Oscar Eusebio Giménez Ayesa. Al presidente saliente doctor Ricardo D'Marco, correspondió hacer el traspasó legal el 22 de marzo de 1996. Posteriormente, en el mes de junio de 2012, el Banco Guayana fue absorbido por el Banco Caroní.(AF) |
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