Gómez siempre está prevenido contra cualquiera revuelta como esas que armaba Arévalo Cedeño y el “Mocho” Hernández y en esa línea ordenó la movilización de tropas por las zonas más vulnerables de la frontera. En eso andaba el 25 de julio cuando el vapor “Masparro” de la Venezolana de Navegación, naufragó luego de haber zarpado del Puerto de San Fernando hacia “La Periquera”. El barco zarpó el 15 de julio llevando a bordo al General Ramón Garrido hijo; Coronel Benjamín Olivieri, General Ignacio Quintana, Coronel Juvenal Colmenares, Enrique Pocaterra, gente de tropa y otros oficiales. Como pasajeros iban Tomás Márquez, Luis Trejo Esté, Arturo Sáenz y Francisco Lara. En total, viajaban 72 personas incluyendo a los tripulantes y durante el naufragio perecieron 5 pasajeros.
Además de la Venezolana de Navegación, que era compañía del Estado, cubría las rutas del Orinoco la Real Holandesa de Vapores que ese día atracó en Ciudad Bolívar con la famosa cerveza negra con alcohol Tuborg, a la cual la gente le atribuía propiedades excitantes y como el bolivarense es muy apegado a la novedad, la cerveza se agotó a los pocos días mientras los adictos a ella se paraban en el Paseo Falcón a distraerse con la novedad que había traído para los citadinos el empresario Víctor Vicente Maldonado: La ola giratoria, una diversión, especie de sube y baja en continuo desplazamiento que al principio se movía por tracción de sangre, pero el ingeniero de la Electricidad, Señor Lippks, le instaló un motor eléctrico.
Después de un tiempo en La Ola Giratoria, la gente acudía al Teatro Bolívar que después de varias semanas sin actividad, abría sus puertas para el debut del transformista Aldo y de Linda Bezossi, notable soprano lírica laureada en el Conservatorio de Milán.
Había alumbrado al público desde hacía tres años y paulatinamente estaban desapareciendo los faroles y los faroleros, también los gamonales, las montoneras, proclamas y sublevaciones (AF)
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