El gobierno del general Marcelino Torres García le imprimió gran impulso al levantamiento de aceras peatonales a las entonces empedradas calles de Ciudad Bolívar, y el primero de abril de 1918 comenzó la construcción de la acera que iba desde la casa de Juan Andrés Pietrantoni (en la foto), en la calle Amor Patrio con Igualdad, hacia el Este.
Este inmueble que tomamos como referencia para la información es la que actualmente conocemos como “Casa Paschen”, pero que la construyó en el Siglo XVIII la familia Rodil, emparentada con el prócer Tomás de Heres. La casa, debido a las ruinas de la Guerra Libertadora, fue hipotecada y vencida la hipoteca fue declarada la incapacidad económica de los herederos, familia Rodil Goursac, y se decidió, tras convenios entre todas las partes, acceder en venta la casa a don Andrés Juan Pietrantoni, empresario próspero de la ciudad, presidente de La Electricidad y dueño de la Cervecería de Ciudad Bolívar que luego fue adquirida por la Cervecería Caracas.
Andrés Pietrantoni vivió en ella 15 años, es decir, hasta 1927 que la cedió en venta a Aquiles Siverio, quien la vendió en 1928 a Max Paschen, comerciante alemán domiciliado en Ciudad Bolívar como socio de la Casa Blohm.
Max Paschen, casado con Elisa Gutermann, tuvo cinco hijos, cuatro nacidos en Ciudad Bolívar y la última en Alemania ya de vuelta definitiva a su país poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Le sobreviviron Marieta y Elisa, en Alemania y Max casado con Iris Gambus (dos hijos).
Sus otros hijos, Margot y Hermann, murieron. Este último en el accidente aéreo ocurrido en Cabo Codera en 1946.
Hermann, quien era casado con Marielena Guzmán, se había quedado con la casa, adquirida para la sociedad conyugal el 20 de junio de 1940. Tras su trágica muerte, su viuda Marielena la dio en venta a su cuñado Max Paschen, quien la vendió al Gobierno para ser destinada a la Escuela de Música Carlos Afanador.
La casa, construida de mampostería, techada de azotea, con un sótano hacia el Norte, diez metros de frente por 29 de fondo, linda con la casa que fue del prócer de la independencia sudamericana, Tomás de Heres, y que luego fue adquirida por el doctor Carlos Fragachán y la de Víctor Manuel Silva Carranza, adquirida por el Ejecutivo para ampliación de la Escuela de Música. El proyecto fue confiado a Fruto Vivas, el arquitecto que proyectó el Hotel La Cumbre sobre el cerro La Esperanza y que hoy luce como uno de los patrimonios arquitectónicos de la ciudad.
La ampliación de la Escuela de Música comenzó durante la gestión de Andrés Velásquez al igual que la Casa de los Machado, adquirida para los servicios que entonces cumplía la Prefectura, pero ninguno de los gobiernos que sucedieron al de Velásquez han querido continuar los trabajos que estaban bastante adelantados. Para ocultar la indiferencia taparon la edificación inconclusa con unas láminas costosas. Raro el gobernador sensatamente dispuesto a continuar las obras inconclusas del anterior. El egoísmo político irremisiblemente termina perjudicando los intereses sagrados de la ciudad y lo triste es que no hay sanciones para tales desafueros...
En la casa donde nació y fue asesinado el prócer Tomás de Heres con la cual colinda la Casa Paschen o Escuela de Música, funcionó hasta la década del sesenta el servicio telegráfico y finalmente la adquirió el doctor Ramón Zambrano Ochoa, quien la adecuó en un bufete colectivo de abogados en el cual despachó durante mucho tiempo el ex alcalde de la ciudad Lionel Jiménez Carupe. Actualmente sirve de sede al Colegio privado Libertador.(AF)
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